jueves, 14 de octubre de 2010
Los soldados paganos de Himmler
La Orden Negra
Los soldados paganos de Himmler
En 1925, uno de los personajes más cercanos a Hitler dirigió un cuerpo de guardias personales cuyo principal cometido era proteger al futuro dictador alemán. Con el tiempo, la conocida como Orden Negra sería una de las fuerzas más siniestras y misteriosas del Tercer Reich, cuyos ritos, prácticas ocultistas y extravagantes creencias conducirían inexorablemente a Europa hacia la destrucción. Heinrich Himmler, el “mago negro”, quiso crear un auténtico Estado de las SS. Este fue su delirante sueño frustrado…
En parte para sugestionar a las masas y ganarse el apoyo incondicional del pueblo alemán, y principalmente por las creencias ocultistas de varios de sus líderes, el nazismo se rodeó desde su nacimiento de un halo providencialista, cuasi mágico, al que contribuiría toda una amalgama de símbolos y creencias pseudocientíficas que acabarían desembocando en la mayor catástrofe de la historia humana.
Adolf Hitler había aparecido ante sus seguidores como un nuevo Mesías, un iluminado que se creía tocado por la divina Providencia. Como Führer (Canciller-Salvador) del pueblo germano, pretendía instaurar un Nuevo Orden, una nueva Germania que, con centro en Berlín, se convirtiera nada menos que en la capital del mundo. Un mundo regido por arios y creado por y para ellos. En él, claro, no tenían cabida las “razas inferiores” ni los opositores ideológicos o religiosos, por lo que el Reich “iluminado” se entregó a una caza indiscriminada, brutal, de personas inocentes.
Algunas de las caras más visibles del partido nazi –NSDAP– reconvertido en régimen político, individuos que casi del anonimato saltarían a dirigir los designios de miles de personas con mano implacable, habían forjado su mentalidad racista y esotérica en diversas sociedades secretas surgidas en Alemania a finales del siglo XIX y principios del XX, como la Sociedad Thule, creada por el excéntrico ocultista Rudolf von Sebottendorff, y la Liga de los Artamanes, fundada por Guido von List, cuyo ariosofismo y obsesión con el pasado nacionalista germánico contribuiría a dar forma al nazismo más secreto.
Entre los que participaron de esta obsesión ocultista se hallaban el mismo Hitler, Rudolf Hess, Alfred Rosenberg –el principal ideólogo del régimen– y el que sería considerado como “mago negro” del Tercer Reich: el Reichsführer-SS Heinrich Himmler. Nacido en el seno de una familia burguesa de Baviera, Himmler sería instruido por su padre en la pasión por la arqueología y en un profundo sentimiento de orgullo de su pasado alemán. De constitución enfermiza –algo que no le impediría después proclamar la superioridad de la raza “aria”–, fue educado en el catolicismo y soñó desde pequeño con ser un oficial del ejército alemán, lo que logró a finales de la Primera Guerra Mundial aunque sin acudir al frente. La derrota de su país y las drásticas medidas del Tratado de Versalles avivaron en su interior, como en el resto de futuros nazis, el odio visceral contra los demócratas de Weimar y agudizaron su intransigente nacionalismo.
Meticuloso estudiante, se diplomó en Agronomía en el Instituto Universitario Técnico de Munich en 1922, y más tarde se dedicaría a la cría de pollos en una granja en Pomerania; las técnicas de selección aprendidas entonces para obtener los especímenes más perfectos serían aplicadas por Himmler años más tarde, aunque esta vez, tristemente, con seres humanos. La obsesión por recuperar del olvido lo que él creía la raza aria ancestral y por servir a su Führer cual si se tratara del nuevo Mesías, le llevó a blindar una de las organizaciones más siniestras y a su vez poderosas del Tercer Reich: las SS –Schutzstaffel o escuadras de protección–, más tarde conocidas extraoficialmente bajo el inquietante nombre de la Orden Negra, en alusión directa a los trajes de sus oficiales y a sus prácticas secretas.
Los caballeros negros
Aunque las SS fueron creadas en 1923 dentro de las SA – tropas de asalto– como una compañía paramilitar con la función de proteger a los miembros más veteranos del NSDAP durante actos públicos, y en 1925 se convirtieron en la guardia personal de Hitler, no sería hasta 1929, ya bajo la dirección de Himmler, cuando pasaron de ser una pequeña organización a erigirse en una de las más poderosas fuerzas del Tercer Reich. Para crear su cuerpo de élite, con el que soñaba instaurar un orden racial en una nueva Europa pagana, el Reichsführer se inspiró en la antigua Orden medieval de los Caballeros Teutónicos o Deutsche Ritterorden, fundada por Heinrich Walpot von Bassenheim en el año 1198 y que se formó, como la Orden de los Templarios o los caballeros de San Juan de Jerusalén, para auxiliar a los caballeros cristianos que habían sido heridos en Tierra Santa durante las Cruzadas. Pero los teutónicos tenían una peculiaridad: sólo admitían en su organización a personas de origen germánico.
En tiempos de Hermann von Salza, cuarto Gran Maestre, la Orden emprendió un programa de expansión alemana –antecedente histórico de la futura Lebensraum o “espacio vital” nazi–, extendiendo su dominio sobre Prusia y los países bálticos; los teutónicos alcanzaron un gran poderío hasta que en julio de 1410 fueron masacrados en la batalla de Tannenberg por un ejército compuesto por lituanos, polacos y mongoles, pero durante siglos los alemanes guardarían un recuerdo romántico de sus hazañas.
Pronto, al servicio de Himmler, las SS se convertirían en arquetipo del “Estado dentro del Estado”, un grupo exclusivo de hombres y mujeres que se regía por férreas normas de las cuales la principal era la lealtad al Reichsführer y la obediencia incondicional a sus órdenes. En mayo de 1944 llegarían a ejercer un dominio absoluto en todo el Reich.
Creo que no es el mejor articulo pero mas o menos para que tengan una idea del tema.
Fuente http://www.akasico.com/
HH
Blood Honour & Pride
FPN
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