miércoles, 18 de noviembre de 2009

El servicio de salud de EEUU estudia aplicar la circuncisión a todos los niños

Expertos del servicio público de salud de Estados Unidos están considerando circuncidar a todos los niños nacidos en el país para reducir la propagación del virus del sida.


La propuesta, de la que ya se ha hablado en el pasado, es un tema muy delicado que ha generado una fuerte polémica incluso antes de que se haga público, a finales de este año, el borrador de las recomendaciones del Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades.


Los expertos también están considerando si la operación debería ser ofrecida a los adultos heterosexuales con prácticas sexuales de riesgo. Pero el problema es que la circuncisión generalizada no tendría un gran impacto en la protección del principal grupo de riesgo en EE.UU.: los homosexuales.


Según los datos recogidos en los países africanos más azotados por el sida, los hombres circuncidados reducen a la mitad la posibilidad de ser infectados. Los ensayos clínicos se han centrado en los heterosexuales que podrían infectarse de sus parejas femeninas.


En EE.UU., por ahora, se centran en las recomendaciones para los recién nacidos. Una estrategia de prevención a la que los críticos se oponen por exponer a los bebés a una operación innecesaria sin su consentimiento.


Los homosexuales, desprotegidos


Entre los defensores se encuentra el doctor Peter Kilmarx ("marx", "marx",...¿de qué me suena eso?), jefe de epidemología de la división de prevención del sida en el citado centro. Entrevistado por "The New York Times", Kilmarx asegura que cualquier paso para frenar el VIH debería ser seriamente considerado.


“Tenemos una importante epidemia de VIH en este país y debemos prestar especial atención a cualquier herramienta que nos ayude a frenarla", apunta. Tanto él como sus colegas saben que esta recomendación no tendría el mismo impacto en EE.UU. que en África por varias razones, como que la enfermedad se propaga por diferentes vías en EE.UU. y los sistemas de salud son muy diferentes.


En Kenia, Sudáfrica y Uganda han comprobado que los hombres heterosexuales circuncidados tienen un 60% menos de posibilidades de infectarse que los que no lo están. Pero no hay evidencias de que la circuncisión proteja a los homosexuales de la infección.

Otra razón por la que esta estrategia tendría menos impacto en EE.UU. es porque el 79% de los hombres adultos estadounidenses ya están circuncidados, si bien esta práctica entre los recién nacidos ha caído en las últimas décadas. Así, en 1999 el 65% de los bebés fueron circuncidados, frente al 80% de los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. Además, negros e hispanos -dos grupos muy afectados por el sida- no suelen circuncidar a sus hijos.


Práctica en desuso


La razón por la que la práctica ha caído es porque la Academia Americana de Pediatría, que dicta las guías para el cuidado de los bebés, no recomienda la circuncisión como rutina. "No es esencial para el bienestar de los bebés" (¡menos mal!), dice la academia como resultado de los programas públicos de Medicaid que no cubren la operación. No obstante, está revisando sus políticas y podría adoptar un tono más neutro respecto a la circuncisión, que además de frenar el sida ayuda a reducir infecciones de orina.


Tampoco está claro si la operación reduce el riesgo de las mujeres a contagiarse de un hombre infectado, aunque esté circuncidado. "No hay datos concluyentes en este sentido, pero si tenemos un éxito parcial en los hombres acabará reduciéndose la prevalencia del VIH en la población, y por consiguiente disminuirá el riesgo entre las mujeres", aclara Kilmarx.


El tejido mucoso de la piel es más susceptible de infectarse del virus, y puede ser una puerta de entrada para la enfermedad. De ahí la importancia de la circuncisión, que protege de otras enfermedades de transmisión sexual como el herpes o la sífilis.


El tema de la circuncisión se tratará esta semana en la Conferencia para la Prevención del Sida en Atlanta, a la que acudirán miles de expertos y en la que miembros del grupo "Intact America", que se opone a esta práctica en los recién nacidos, han contratado anuncios para hacer llegar su mensaje por toda la ciudad. "Los bebés circuncidados no previenen el VIH”, dice Georganne Chapin, directora de la organización. "Los hombres siguen teniendo que utilizar condones para no infectarse", recuerda.

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