Quieren tipificar como delito la incitación al odio racial y religioso

Los senadores Guido Girardi, Juan Pablo Letelier, Mariano Ruiz-Esquide, Carlos Cantero y Andrés Chadwick expresaron su profunda preocupación por la seguidilla de actos antisemitas ocurridos en sinagogas y colegios hebreos y por las amenazas de muertes en contra del presidente de la comunidad judía en Chile, Gabriel Zaliasnik, y su hijo de 9 años, razón por la cual anunciaron la presentación de un proyecto de ley que busca tipificar como delito “la incitación al odio”.

El senador Guido Girardi dijo que “creemos que esto no es un problema de la comunidad judía, sino de la sociedad chilena. Tampoco aceptaríamos que se hicieran rayados contra la Iglesia Católica y creemos que en el caso que así ocurriese habrían muchas voces alzando en contra eso, lo mismo en el caso de las comunidades islámicas, porque en cualquier caso es inaceptable”, indicó.

Por esa razón, sostuvo que “vamos a impulsar un proyecto de ley mediante el cual se tipifica como delito la incitación al odio y sanciona a quienes atentan contra estos valores y principios. No queremos que en Chile hayan prácticas discriminatorias que inciten al odio y nuestra legislación a diferencia de otras legislaciones establece solo multas y sanciones, pero no tipifica delito y no establece penas como en otras partes”.

A su turno, el senador Juan Pablo Letelier sostuvo que “lo que ha pasado con las comunidades judías en el último tiempo merece no solamente una condena absoluta y nuestra solidaridad a su presidente y a su familia si no también requiere que reacciones y generemos los marcos legales para impedir que se validen aquellas acciones que inciten al odio e impulsan acciones que demuestran la ausencia de tolerancia contra grupos religiosos contra naciones, contra comunidades, sean estas mayoritarias o minoritarias”.

Añadió que “con este proyecto queremos tipificar el delito de incitación al odio y establecer sanciones porque creo que hemos sido excesivamente tolerantes con algunas personas o grupos organizados que algunos consideran grupos de modas. Este no es problema de moda o cómo ande vestido, tiene que ver con prácticas que queremos erradicar de nuestra sociedad”.

Por su parte, el senador Mariano Ruiz- Esquide manifestó que “esta es la primera vez que en Chile se produce una tendencia a estos actos. A través de los años ha habido distintas comunidades que han sufrido la violencia, dependiendo de intereses políticos y religiosos y también de acuerdo a la situación internacional, desgraciadamente el país caía en estos actos”.

Sostuvo que “es necesario cortar esto de raíz, porque uno sabe donde comienza pero no sabe donde termina”.
El senador Andrés Chadwick aseveró que “la propia Constitución señala que “cualquier grupo o movimiento que desarrolle este tipo de acciones es inconstitucional y, esperamos que ahora este proyecto de ley pueda prosperar para que no tengamos impunidad frente a estos actos repudiables en el Chile que queremos construir”.

Consultado si algún grupo neonazi podría constituirse como partido político si junta las firmas, el senador Chadwick “a mi juicio el artículo 19, número 15 de la Constitución establece muy claramente que está prohibido todo partido, movimiento o grupo que incite o legitime el uso de la violencia como parte de su accionar público político. Un grupo neonazi tanto por lo que representa en su historia como por su actuación es claramente un movimiento que legítima o utiliza la violencia como una forma de su acción y por lo tanto no debiera tener reconocimiento legal”.

Por último, el senador Carlos Cantero precisó que “lo que ha ocurrido en Chile con la comunidad judía no es un hecho aislado. Observamos que hay grupos que están radicalizando la convivencia nacional. Basta con ver la forma en que se expresan, lo que está ocurriendo en Internet donde se incita a la violencia o al odio, o la fragmentación exacerbada de la ciudadanía”.

Recalcó que “estamos actuando hoy preventivamente y de forma prospectiva para evitar que se profundice cualquiera de estas tendencias que puedan radicalizar la convivencia nacional”.


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