miércoles, 27 de agosto de 2008

OVNIs del Reich

OVNIs de Hitler


"He deseado revelar la existencia de los OVNIS hitleristas y las bases que ellos ya tienen también fuera del espacio terrestre. Esta revelación va dirigida no a los camaradas ni al público en general, quienes seguramente la tomarán como una fantasía, pues en su gran mayoría desconocen todo lo referente a este tema fundamental."
La revelación tiene por objeto principal hacer conocer a nuestros enemigos, a los verdaderos gobernantes ocultos del Gobierno Mundial Secreto, que saben de 1a existencia de los OVNIS hitleristas y de sus bases extraterrestres, que nosotros también sabemos...
Estas sorprendentes palabras encabezan el primer capítulo de un libro de título tan elocuente y explícito como "Los OVNIS de Hitler contra el Nuevo Orden Mundial". La pluma responsable de esas afirmaciones es Miguel Serrano, uno de los escritores y diplomáticos más relevantes de la historia de Chile.

El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los campos: Alemania poseía los autos más rápidos, los aviones más veloces y de mayor autonomía de vuelo, la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc. Pronto volaron los primeros aviones a reacción (Me-262) y los primeros misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido.
Mucho menos conocida es otra tecnología que, por razones obvias, los alemanes del Reich mantuvieron en secreto y sobre la que los aliados, una vez tuvieron noticia de ella, mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la filosofía ocultista del Tercer Reich (Sociedad thule y Vril), científicos hitlerianos habrían conseguido avances científicos (especialmente aeronáuticos y astronáuticos) de una magnitud inimaginable.
El conocimiento de misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por motores anti-gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional, sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido siempre negado por las fuerzas aliadas.
Los científicos de Hitler durante muchos años trabajaron en el diseño de extraños objetos voladores. Según informes secretos recientemente descubiertos, el III Reich poseía una tecnología tan altamente avanzada que le permitió construir platillos volantes de origen terrestre.
A finales de 1919, un selecto grupo de miembros de las sociedades Thule y Vril se reunieron en una mansión en Berteschgarden.
En aquella ocasión la reunión estuvo presidida por el doctor Schumann, su especialidad es lo que hoy denominaríamos “Energías Alternativas”. Sin embargo, en el encuentro también estuvo la medium María Ostich, y una joven llamada Sieggrund, que también actuó en algunos momentos como medium.
María, leyó unos textos que había recibido de los espíritus en idioma sumerio, y otro cifrado en el código secreto de la Orden de los Templarios, ambos textos fueron traducidos.
¿Eran mensajes de los dioses o indicios de una civilización extraterrestre, o a caso planes para desarrollar una tecnología capaz de llegar a las estrellas?
A partir de entonces, los miembros de la Sociedad Vril se consagraron a la realización de lo que sería una de las ideas más insólitas que haya concebido la mente humana: la propulsión por levitación.
Muchos podrán pensar que es imposible que los alemanes en tan corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica, pero olvidan que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no, como ya hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas como Thule y Vril.
Así por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era un convencido defensor de la "implosión en lugar de explosión". Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la Por lo tanto, una técnica basada en la destrucción es contraria a las leyes de Dios y puede denominarse como técnica satánica. En su lugar, proponía los motores de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la filosofía de estos científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich, los alemanes avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no avanzarían en cien.destrucción (explosión), pero la Creación divina es siempre constructiva.
Tras la llegada al poder del Partido Nacional Socialista, las sociedades ocultistas volvieron a la clandestinidad; la Sociedad Thule creó en el seno de las SS una organización secreta denominada “Schwarzesolenoid, Sol Negro”. La Sociedad Vril continuó con sus investigaciones científicas, así a mediados de 1934 creó su primera nave experimental de forma circular, propulsada por energía anti-gravitatoria. Los responsables de su construcción fueron el Doctor Schumann y un ingeniero de Wochum, probablemente, Andreas Epp.
A partir de 1929, la joven Gertie Woch, dirigió la Sociedad Vril, encargándose de atraer inversores particulares amantes del riesgo. A finales de 1934, la Sociedad Vril había construido una nueva aeronave, la RFZ-II, dotada de una “propulsión Vril” mejorada y por primera vez con un sistema de dirección por impulsión magnética.
Medía poco más de 5m. de diámetro, además tenía alguna de las características distintivas de los OVNIS: desaparición óptica del contorno y variación del color según el nivel de potencia, naranja, amarillo, verde, blanco, azul o violeta.
A pesar de su sofisticación técnica, las aeronaves circulares apenas llamaron la atención de los líderes políticos de la época, aún así, animado por Victor Schaurberger y los recientes logros de Vril, el departamento de investigación de las SS, empieza a construir su propia nave circular.
Basándose en el “Convertidor Tacométrico” del capitán Hans Koler y adoptando algunos componentes de Vril, desarrollaron su propio ”motor Thule”. A finales de 1938 habían construido una nave circular de reducidas dimensiones, propulsada mediante hélices, la RFZ-IV, para estudiar el comportamiento en vuelo de aquellos prototipos.
En el año 1939, las SS ya habían construido la RFZ-V, la primera gran nave espacial, de 25 m de diámetro y rebautizada con un misterioso nombre: Haunebu-I. El primer vuelo de la Haunebu-I se realizó entre fuertes medidas de seguridad en Agosto de 1939.
Hay documentos que demuestran que en 1941 los ingleses poseían información acerca del proyecto ultra-secreto de las SS. Comparado con el sencillo prototipo de Vril, el Haunebu, era de una gran complejidad, por otro lado, la forma del motor le permitía disponer de más espacio aprovechable.
Con el estallido de la II Guerra Mundial, la competencia en el mercado del armamento se intensificó y aparecieron formas alternativas de energía que pretendían emular a los sistemas tradicionales. Se adoptó una fórmula de compromiso referente a los platillos voladores experimentales como el RFZ-VII.
Mientras, otros OVNIS cruzaban el cielo, como el pequeño Vril RFZ-II, que había empezado a prestar sus servicios a finales de 1940 como nave de reconocimiento, o como el RFZ-VI y el Haunebu-II. En Julio de 1942, empezó a hablarse con insistencia del “Fliegengyroskop, Giroscopio Volador Schrieber-Habermold”, conocido como la “Peonza Voladora”, una aeronave circular de ascensión vertical propulsada a reacción.
A finales del mes de Julio, empezaron a realizarse los primeros ensayos prácticos, el 12 de Abril de 1945 Richard Niet dijo a Hitler: “Hoy bajo mi dirección y en presencia de tres oficiales de la Luftwaffe, el V-7, ha sido probado sobre el Mar Báltico”.
Las prestaciones y características de esta nave eran: el V-7 era un helicóptero supersónico provisto de 12 motores auxiliares BMW, que en su primer vuelo de pruebas llegó a una altitud de 23.800 m. y que en su segunda elevación llegó a los 24.200 m, además en principio, el aparato también podía ser elevado por fuentes de energía no convencionales.
Pero volvamos a los responsables en primera instancia de cuanto estamos contando. Durante el invierno de 1942, una nueva nave circular cruzaba los cielos del campo de pruebas de Vril, la Vril-I, de 11 m. de diámetro y con un solo tripulante, tenía las dimensiones típicas de un caza-bombardero, esa era su finalidad, su armamento: dos cañones MK-108 calibre 300 y dos ametralladoras MG-17.
Al tiempo que se desarrollaba el Vril-I, se intentaba restablecer los contactos “sobrenaturales” y ya existían planos para construir una nave de mayores dimensiones, el Vril-VII. A finales de 1942, el departamento de investigaciones de las SS empezó a trabajar en una versión mejorada del Haunebu, el Haunebu-II, de 31 m. de diámetro y 11 m. de altura.
El Haunebu-II, debía alcanzar una velocidad de 6.000 km/h dentro de la atmósfera terrestre y se creía capaz de viajar por el espacio exterior. Algunas versiones del Haunebu-II, mostraban su vocación claramente militar, como el protector anti-radiaciones.
Pero las SS tenían aún un proyecto más atrevido, habían diseñado una Haunebu gigante de 120 m. de diámetro y según ciertos informes ya existía una Haunebu-III de 71 m., construida poco antes de acabar la II Guerra Mundial.
El departamento de investigaciones de las SS había incluso proyectado la construcción de una gigantesca estación espacial, guardaba un gran parecido con los antiguos dirigibles y fue bautizada con el nombre de “Andromeda Maschine, Máquina Andrómeda”.
Sus 100 toneladas de peso no parecían constituir dificultad alguna para situar el aparato en órbita. El 3 y 4 de Enero de 1944, Hitler y Himmler, supuestamente se reunieron con el Sociedad Vril, para abordar el “Proyecto Vril”, el lanzamiento de una gigantesca nave espacial a través del canal dimensional, un espacio inexplorado a la velocidad de la luz, hacia los confines del Universo.
::::::::::::::F.P.N::::::::::::::
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