Según las leyendas nórdicas, en un principio no había ni cielo ni tierra, sino solo niebla y oscuridad, y las primeras criaturas vivientes fueron los gigantes del hielo, que eran una raza malvada. Después aparecieron los supervivientes al extremo más alejado del Norte.Los dioses construyeron sus mansiones en su Cielo, que se llamaba Asgard, y vivían felices bajo la égida de Odín, el Padre Supremo, y Frigga, su esposa, quienes lo conocían todo y crearon la tierra y la poblaron.
A menudo visitaban a los hombres. Cierto día, el hijo de Odín, el gran dios Thor, el que señorea el trueno, se le ocurrió emprender un viaje a la tierra de los gigantes. Thor era el más poderoso entre los dioses, y usaba como arma una maza que, tras dispararla contra un objetivo y alcanzado este, volvía otra vez a sus manos.
Así, pues, Thor se puso en camino llevando en su compañía a Loki, el dios de la travesura, y a su escudero Thialfi, un muchacho ágil como el viento.
Al cabo de muchos días llegaron a un espeso bosque, y como al sorprenderles la noche descubrieron una especie de gruta o caverna, penetraron en ella para descansar. Al fondo de la gruta había cinco habitaciones o galerías pero todo el interior se hallaba vacío.
Cenaron los tres viajeros y se disponían a dormir cuando fueron inquietados por nos ronquidos tan estrepitosos que no solo las paredes de aquellas habitaciones sino la misma tierra parecían estremecerse. Thor, maza en mano, se asomo a la entrada, pero como no vio a nadie, volvió a echarse a dormir.A la mañana siguiente los viajeros descubrieron atónitos que los ronquidos procedían de un gigante que se hallaba tendido en el suelo a la intemperie. En esto, el gigante abrió los ojos, se reincorporo al ver gente extraña en su cueva y, finalmente se puso de pie. Era tan enorme que los árboles no le llegaban al pecho. Thor, gallardamente se dirigió a él y le pregunto como se llamaba.- Mi nombre es Skrymir - respondió el gigante mientras se enguantaba su mano derecha - El tuyo, no necesito preguntártelo, pues por tu intrepidez no puedes ser otro que Thor... Pero ¿dónde habré dejado el guante de mi mano izquierda? ¡Ah, helo aquí! - Y agachándose, alzo del suelo aquella prenda, observando mudos de asombro los viajeros que no era otra cosa que la gruta con las cinco galerías en la que habían pasado la noche.- Si proseguís vuestro camino, podemos marchar juntos - dijo luego.
Echaron a andar, y Thor y sus compañeros tuvieron que esforzarse lo indecible para seguir las zancadas del gigante. Llegada la noche fue en vano que Thor y sus compañeros intentaran conciliar el sueño, pues los ronquidos que se oían eran más estruendosos, si cabe, que los de la noche anterior. Thor, furioso, tomo su maza y, acercándose al gigante, le asesto un tremendo golpe en la cabeza. El gigante no hizo mas que llevarse una mano a la frente:- ¡Estas hojas de los árboles le hacen a uno cosquillas y no le dejan dormir! - Murmuro, y siguió roncando.Thor volvió a asestarle un segundo mazazo el gigante abrió un ojo a medias y masculló:- ¡Deben ser los pajaritos! - y se volvió a quedar dormido.Con furia redoblada, Thor le abatió la maza sobre el cráneo:- ¡Alguna bellota! - dijo el gigante y, volviéndose del otro lado, siguió con sus ronquidos.
Thor juzgo inútil insistir mas y aguardo a que amaneciera.
Cuando el gigante despertó, dijo dirigiéndose a Thor:- Ahora hemos de despedirnos, pues yo llevo otro camino; pero antes, pequeño, quiero darte un consejo. Os halláis en la tierra de los gigantes y pronto llegareis a su capital, donde mora nuestro rey. Allí encontrareis a otros mayores que yo, y os recomiendo seáis comedidos, pues no toleran el orgullo ni soportan bromas como las que soléis gastar vosotros.Y antes de que el furioso Thor pudiera contestarle desapareció a grandes zancadas.Siguieron andando Thor y sus compañeros, y llegaron a la ciudad de los gigantes, cuyas murallas eran tan altas que sus almenas se perdían entre las nubes.
El rey les concedió audiencia, y al atravesar la inmensa antecámara vieron a muchos gigantones que ni siquiera pararon mientes en ellos. El rey se hallaba sentado en su trono y los tres viajeros, al acercarse a él, le hicieron una profunda reverencia.
El monarca se echo a reír:- Conque esta personilla es el gran Thor de quien tanto he oído hablar, ¿eh? - dijo - En mi reino no acogemos a criaturas insignificantes. Si deseáis quedaros debéis probar lo que valéis. ¿De que sois capaces, tu, Thor, y tus camaradas?Loki, el astuto, dio un paso adelante, pues Thor se hallaba tan furioso que no podía pronunciar palabra.
- Desafío a cualquiera de tus súbditos - dijo - a que coma tan deprisa como yo.Trajeron dos grandes gamellas con carne, y a una señal del rey, ambos contrincantes empezaron a comer ávidamente. Al cabo de un rato, el rey inspeccionó las gamellas.- Bien - dijo - Loki se ha comido su carne, pero mi súbdito se ha zampado también los huesos y hasta la mitad de la gamella. Me parece que no hay duda alguna sobre quien ha vencido. ¿No sabéis hacer algo mejor?Entonces Thialfi, con el rostro encendido por la cólera, barboto:- ¡A ver si hay alguien que se atreva a competir conmigo a una carrera!Se dirigieron todos a un prado y Thialfi fue opuesto a un joven gigante. Se dio la señal de partida. Thialfi corría como un ciervo ante los lobos, pero su rival le dejo a la mitad de camino.- Probad otra vez - dijo el rey.En esta segunda carrera, los pies de Thialfi casi no tocaban el suelo, peor su contrincante fue más veloz, y el resultado el mismo que la vez primera.El rey opino que aun debían probar por tercera vez. Mientras Thialfi se sentía ya cansado, el joven gigante parecía tan fresco como al principio, y así, este volvió a ganar con mucha mas ventaja aun que las veces anteriores. Entonces, el rey se volvió hacia Thor y le dijo con ironía:- ¿Y tú, poderoso Thor? ¿En que piensas aventajar a los demás?- Puedo beber mucho mas que cualquiera de vosotros - contesto Thor.Regresaron todos a palacio, y allí ordeno el rey:- Traed mi cuerno de libaciones - y dirigiéndose a Thor, añadió: Veamos si puedes vaciarlo de un trago. Algunos lo consiguen en dos y los más flojos necesitan tres.Thor echo un vistazo al recipiente. Era largo pero angosto, y él tenia mucha sed. Lo tomo en sus manos, se lo llevo a la boca y bebió ávidamente. Pero aquel cuerno no se vaciaba nunca. Seguía bebiendo y bebiendo y su contenido no disminuía.El rey sonrió sarcástico:- Parece - dijo - que ni los dioses más poderosos pueden competir con los gigantes.En vano bebió Thor una y otra vez. A cada una de ellas creía haber vaciado el cuerno, pero siempre lo volvía a encontrar casi como al principio. Al cabo, tuvo que renunciar y exclamo furioso:- ¡Dadme una prueba de fuerza! El rey volvió a sonreír y replico burlonamente:- Tenemos un juego en el que suelen ejercitarse nuestros pequeños... ¡Traed al gato!Un gato enorme fue traído a presencia del rey, quien prosiguió:- Nuestros niños suelen jugar a levantarlo en brazos. Prueba a ver si eres capaz de hacer lo mismo.Thor se dirigió al animal, que enarco su lomo; intentó levantarlo, pero por mas esfuerzos que hizo, lo único que consiguió fue alzar una de las patas.En el colmo de la furia, Thor se presto para combatir con cualesquiera de los presentes. El rey dio otra orden y apareció una vieja enteca y arrugada.- ¡Esto es vergonzoso! - rugió Thor - ¡No puedo luchar con un carcamal así!- Pruébalo - Replico el rey con su habitual sonrisa.Se fue Thor hacia la vieja y esta le asió con manos que parecían garfios.. Por mas esfuerzos que hizo, le fue imposible a Thor zafarse de las garras de aquella bruja. Finalmente no tuvo mas remedio que doblar la rodilla.- ¡Basta! - dijo el rey - ¡Podéis permanecer aquí esta noche, extranjeros! ¡Ahora ya sabéis que los dioses no pueden prevalecer sobre los gigantes!
A la mañana siguiente, Thor y sus compañeros se despidieron. El rey los acompañó hasta las puertas de la ciudad, y allí pregunto:- Y bien Thor, ¿ya has encontrado la horma de tu zapato?- Así me lo parece - respondió sinceramente Thor - Después de esto, me tendrán en bien mezquina opinión en la Tierra de los Gigantes.El rey sonrió de nuevo y dijo:- No lo creas. Si hubieses conocido tu fuerza nunca habrías entrado en mi ciudad. Ahora que habéis pasado ya por sus puertas, te confesare que solo conseguí vencerte utilizando artes mágicas. El gigante Skrymir dormido en el bosque era yo mismo, y cuando me asestaste aquellos golpes con tu maza puse una montaña entre nosotros. Podrás comprobarlo viendo las tres cañadas que produjeron allí tus golpes. Cuando Loki apostó a comer, lo hizo como la propia hambre, pero su contrincante era el Fuego que lo consume todo, hasta la artesa. Y en cuanto a Thialfi, cierto es que corrió como el viento, pero en realidad, su oponente era el Pensamiento, que es lo más veloz que existe. Nunca vi tampoco hazañas mayores que las que acometiste tu, ¡oh Thor!, Al intentar vaciar mi cuerno. Pero lo que no sabías es que dentro de él se hallaba el Océano entero. Tu mismo lo comprobaras cuando llegues a la orilla y veas lo que sus aguas se han retirado. Mi gato era la serpiente Jormungard, que en las profundidades del Océano, rodea la Tierra. Cuando conseguiste levantar una de sus patas todos nos aterrorizamos, pues el suelo se conmovió en sus cimientos. Finalmente la vieja con quien luchaste era la muerte, a al que nadie puede vencer.. Y ahora adiós, y no volváis mas, pues nada podréis hacer contra mis artes mágicas
- ¿Crees que no? ¡Vamos a verlo! - rugió colérico el dios, alzando su maza.Pero de pronto todo se esfumo, y se hallo con sus compañeros en un paraje desierto, sin ningún ser viviente a la vista.
Leyenda de la mitologia Nordica.
Thor mit Uns!!